
Luego de haber transitado el periodo de ambientación en donde se observaron conductas propias de cada sala, vemos la necesidad de abordar la problemática del tono elevado de voz que utilizan los niños en la sala, la poca escucha atenta y silenciosa en todas las actividades del jardín ya sea en diálogos grupales, actividades de rutina como la merienda, juegos en la sala y momentos de trabajo.
Es por esto trabajamos el cuidado de la voz, y el respeto por el silencio con la visita de una mamá especialista en fonoaudiología.